Dime con quién andas y te diré qué aprender de tu equipo de trabajo

Dime con quien andas

Los equipos de trabajo son como la familia, no tenemos la oportunidad de elegirlos pero sí de cómo convivir con ellos.

La interacción y la convivencia son acciones complejas, quien diga que no lo es, es porque no le ha tocado compartir existencia con un individuo malcriado, que deja sus cosas por todas partes entorpeciendo tu camino y que a la mínima ya te está delatando a las autoridades. Puedo estar refiriéndome a un hermano menor o a una compañera de oficina, pero para el caso la comparación es más que justa.

Lo irónico de la situación, es que mal o bien, estar con quien no se quiere trabajar por falta de afinidad o lo que sea, es el reto que menos estamos dispuestos a asumir siempre y cuando las vainas queden bien hechas al final del día. Aguantar es un costo muy alto, la premura del tiempo para terminar proyectos nos hace posponer conversaciones incómodas para conocer a los compañeros de equipo para después conciliar.

El objetivo no es que todos nos cojamos de la mano y entonemos una canción al unísono, el objetivo es que el equipo reme en el mismo sentido, teniendo en cuanta en qué posición debe estar cada integrante, según sus pericias, para que no sea un peso muerto para los demás.

Dicho lo anterior, voy a describir el perfil de algunos integrantes comunes de un equipo de trabajo con los que podría ser muy difícil convivir, y así mismo sugerir una que otra estrategia para que, a pesar de las diferencias irreconciliables, se lleven a cabo las metas comunes. Si hay papás, mamás y líderes de equipos leyendo este cuento, que por favor se acerquen a validar o refutar. Gracias.

1. La caja fuerte:

Este sujeto detesta trabajar en equipo pero no tiene otra opción. Su característica más notable es que posee experiencia y conocimientos de mucho valor y que no está dispuesto a compartir con sus pares, por aquello de que van a robarle sus ideas y méritos. Poco se sabe de su vida privada, no participa en conversaciones informales y a duras penas se conoce su voz. Suele ser cortés pero no se espera que pregunte: ¿necesitas ayuda?

Estrategia: Observar y escuchar detenidamente sus acciones, tomar nota de los procedimientos que sigue para aplicar su experiencia. Transfiere tus hallazgos a tus compañeros.

2. “Sí” a todo:

Sujeto que se apunta a todas las movidas, da la sensación de disponibilidad perpetua pero lo de actuar y remangarse para cruzar el charco más bien poco. Siempre tiene una excusa, dice que sí pero no cómo, dónde o cuándo. Su característica más típica es que se presenta en el último minuto a retroalimentar el trabajo de su equipo, trabajo al que poco ha aportado.

Estrategia: Aprovecharse de su energía pirotécnica, podría marcar un ritmo de trabajo fluido en aquellos momentos de bloqueo y poco avance, así que sería buena idea acorralarlo sutilmente para pedirle lo que necesita el equipo de él en forma, lugar y fecha.

3. Del rebaño:

Va y viene al son que marquen los demás. Le es más fácil seguir órdenes que tomar la iniciativa. Le asusta hacerse responsable de lo suyo porque le tiene pánico al error. No es que sea tímido, es que no sabe articular sus pensamientos en palabras y éstas en acciones. Trata de no entorpecer el trabajo de los demás, pero en su intento se desvincula y pasa a ser una carga.

Estrategia: Adóptalo, sugiérele actividades que debería realizar, retroalimenta su trabajo, pídele su opinión, dile que lo está haciendo muy bien y cuando esté listo, lánzalo del nido cual polluelo listo para planear solo.

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4. Mecánica V.I.P:

No porque sea un as reparando cosas, sino porque su manejo de equipos de cómputo, softwares especializados y demás artilugios que hacen la vida laboral más fácil no es lo suyo, prefiere el trabajo mecánico al automatizado. Lleva a cuestas una carrera profesional importante, así que sus aportes son de utilidad, aunque deba hacerse una pausa para explicarle como convertir un documento de texto a otro formato o cómo ingresar a los archivos de la intranet para anotar directamente sus proyecciones en una hoja de cálculo.

Estrategia: Trueque. Proponle un curso intensivo sobre cualquier programa o equipo electrónico y que a cambio te enseñe todo lo que haya que saber del negocio.

5. Canal de noticias:

Va más allá de la difusión de información no verificada (o chisme). La difusión que le atañe, es la de informar al jefe, sin que este se lo pida, de todos los movimientos de sus compañeros, con el único objetivo de comunicar que una metedura de pata se ha cometido o va a cometerse y de que él o ella nada ha tenido que ver.

Estrategia: Solicítale, como si esta persona fuese un oráculo y resaltando su sabiduría, sus recomendaciones para corregir, sus propuestas para mejorar y su opinión sobre cómo construir unidad de equipo en pro de la calidad del desempeño. Esto último, tal vez, le haga entender que no se trata de bandos sino de cooperación.

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6. Conspiración 2.0.:

Manifiesta a cada oportunidad, que los de arriba quieren aprovecharse; se queja de la falta de recursos, y que esa es la razón por la que no puede hacer su trabajo; compara, critica y juzga sin criterio; es extremista y su apellido es absolutismo. Tal vez la mitad de lo que dice sea cierto, pero es solo una excusa para su mediocridad y su falta de compromiso con el equipo.

Estrategia: Dejarlo ser, no entrar en discusiones con su limitada visión y apelar a los buenos modales para hacerle saber que hay un trabajo por hacer. Hay personas con las que se pierde más energía de la que se tiene, así que…

7. Hadas Madrinas:

Son un pan bendito, como una Teresa de Calcuta, integrantes de equipo que siempre soñamos tener y ahora tenemos, se toman el tiempo para conocernos, enseñarnos y aprender de nosotros. No tienen nada malo en realidad, el problemas es nuestro, que tendemos a meternos bajo su ala y succionar toda su buena onda.

Estrategia: Devolverles lo que ofrecen y contarles de nuestras falencias para que en su buena disposición nos guíen en cómo ser un jugador de equipo productivo y empático.

Tal vez lo anterior parezca más el trabajo de un líder de equipo que de un integrante de equipo, la cuestión es que si hay autogestión en los temas de interacción grupal, el papel del líder estaría más enfocado en apoyar y premiar que en corregir y conciliar.

Para que tus estrategias sean exitosas recuerda esta premisa: ser diferentes nos hace únicos y al ser únicos nos complementamos, esa es la esencia del trabajo en equipo.

Muchas gracias por leer y hasta la próxima vaina.

Sandra.

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