Herir a un amigo emprendedor

“¡En las buenas y en las peores!”. Es una declaración de amistad pura y de amor familiar, pero cuando hablamos de negocios surge una obligación protectora ante el fracaso y el apoyo es un acto de lealtad cuando tu amigo o familiar emprende una idea de negocio. Pensar que se hieren los sentimientos de nuestra gente si decimos que su idea no tiene ni pies ni cabeza ya es fracaso… Se fracasa como consumidor, comprador, cliente potencial y por supuesto como amigo.

Hay una publicación en redes sociales que reza más o menos así: “Apoya a tu amigo emprendedor comprando sus productos, asistiendo a sus eventos, contratando sus servicios, compartiendo sus publicaciones, recomendando su trabajo y comentando en sus publicaciones”.

Yo la cambiaría por algo… Tal vez así: “Apoya a tu amigo emprendedor comprando sus productos, asistiendo a sus eventos y contratando sus servicios. Si no estás satisfecho o no te gusta lo que has pagado, sé sincero y díselo. No temas herirlo, los retrocesos dan vida a la innovación”.

¿Que no quieres ser el responsable de echar por tierra su sueño? Para que tu amigo emprendedor llegue a su cumbre, primero tiene que vivir una que otra pesadilla y más de una decepción, deberá aprender que aunque los negocios son movidos por personas nada es personal y que lo negativo es una oportunidad para pivotar su idea.

¿Que has quedado como mal amigo o familiar por ser honesto? Sigue presente, no te alejes. Cuando docenas de personas desconocidas hagan críticas destructivas y mala publicidad, tu amigo entenderá que no se trata solo de su sueño sino de lo que el cliente quiere. Porque el cliente paga para suplir una necesidad, no para que otros cumplan su sueño. Así de claro y crudo es el mundo de los negocios.

Aquí lo importante es la empatía y el tono con que se expresan las cosas, y sé que no todos estamos hechos de material Hello Kitty para decirlo de una manera bonita y delicada, pero la puntualidad en tus observaciones con un enfoque de mejoramiento serán bienvenidas por tu amigo el emprendedor. Si de todos modos piensa que no crees en él, sigue presente y no te alejes.

Otro aspecto importante es que existe la posibilidad de que tu no tengas el perfil de consumidor para el producto o servicio de tu amigo, y considero que es más fácil de confrontar dejándolo claro desde el principio y optar por otras vías de apoyo como refiriéndole a quien sí sea su público objetivo.

El emprendedor se forja de escuchar retroalimentaciones que no quiere escuchar. El proceso es distinto para cada uno. Así mismo es el principio de la ventaja competitiva: obtener un resultado distinto y difícil de replicar que además aplica para la amistad y el amor familiar.

Lo que ha unido la amistad que no lo separe un emprendimiento, y más importante todavía, un soldado avisado registra más en caja.

Gracias por leer y nos vemos en la próxima vaina.

Sandra.

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