Sí, hay vainas que caducan y pierden su gracia en el corporativo, sobre todo aquellas que se creían hacían a las personas más productivas pero menos felices. Como por ejemplo: «deja tu vida fuera de la oficina», decían… «¿Y si me la roban?», pensaba yo.
Seamos gallinas y vamos al grano:
1. Llamar a los superiores por su título: doctor López, ingeniero Gil, pluma blanca Smith. Lo sé, los ‘poderosos’ no están preparados para ello. Esta cortesía milenaria genera un abismo en las relaciones interpersonales y no tiene nada que ver con el respeto.
2. Meter bajo la alfombra un día malo. A veces la automotivación para carear los días grises también se ausenta. Hablar de nuestros problemas debería ser también una pausa activa.
3. Dejar la tasa del café sin lavar y en fila india en la cocina de la oficina. Somos buenos diseñando estrategias pero inútiles para lavar una tasa.
4. El chisme, quejarse y las comparaciones. ¡Súper fuera de temporada!
. Que solo los viernes se pueda usar atuendo casual. Los que trabajan en ambientes ejecutivos, sabrán a qué me refiero.
6. Que los lunes sean un asco. Culpa tuya y mía, querido departamento de recursos humanos.
7. Contar los días, horas y segundos para que termine la semana laboral. En serio, tenemos que hacer algo RR.HH.
8. Ser el primero en llegar, el último en salir y que al día siguiente tengas tareas pendientes del día anterior. De la época de la máquina de escribir.
9. Quedarse callado cuando los de arriban hacen cambios que te afectan sin tener en cuenta tu opinión. ¿… No éramos un equipo, querido jefe?
10. Que te tengan en inventario obsoleto porque despedirte sale caro.
11. No tener un líder que forme líderes y que tú no te lideres. Como lo hemos hablado en Sé el líder que tu jefe no tiene: guía práctica.
12. Dejar para mañana lo que te dio pereza hacer hoy. ¿Tan seguro estás de que vendrás a trabajar mañana?.
13. Darle vueltas al problema y al culpable y posponer la solución para mañana. ¿Qué haremos con el tomorrowland corporativo?
14. Que el currículo tenga que llevar foto. Reclutadores, de verdad, muy arcaico.
15. Llegar tarde al trabajo, a una reunión o a vivir tu vida y decir que fue por el tráfico.
16. Un cerebro que duerma menos de 7 horas.
17. Que la power nap o siesta de cinco minutos en la oficina esté mal vista. RR.HH., perdona la molestia, otra vez, ¿qué tal si ponemos un par de sofás en la sala de reuniones que ahora es un depósito de cosas viejas?
18. Ser una persona en casa y otra muy distinta en el trabajo. Lo de ser integral no tiene que ver solo con una dieta sana.
19. Aguantar un trabajo que no te gusta porque es lo que hay. Que te aguanten porque, una vez más, sale caro despedirte.
Las tendencias 20, 21, 22… van por tu cuenta, así que cuéntame.
Gracias por leer y hasta la próxima vaina.
Sandra.
