De la fermentación a la transformación
El estado de fermentación laboral es aquel en el que llevas muchos años haciendo lo mismo sin crecimiento profesional; en un ambiente poco cambiante pero competitivo; con la procrastinación como ancla y como promesa de estabilidad; sueños agonizantes con objetivos fantasma y poca evolución personal… ¡Ah! Y el apenas imperceptible incremento salarial. ¿Te suena?
Cuando los ingredientes del estancamiento llegan a su punto óptimo, generan una explosión llamada frustración.
—«Sandra, si no cambio ahora tengo el presentimiento de que voy a morir sentada en ese escritorio y nadie se va a dar cuenta»—. Me dice una clienta quien tras diez años en el mismo cargo y muchas promesas rotas hacia ella misma, enfrenta un luto por los sueños que enterró sin darse cuenta.
—«¿Qué te ha hecho pensar en un cambio en este momento?»— le pregunté, y tras reclinarse en su silla y exhalar con enojo me contesta: —«Voy a cumplir 47 años y me trastorna la idea de pasarme los próximos años haciendo exactamente lo mismo sin llegar a ninguna parte… ¡Necesito reinventarme, ya!»—
Ese «ya» es la fermentación haciendo boom.
Los mitos de la reinvención:
Antes construir tu plataforma de lanzamiento para llegar a un mejor destino, asegúrate de eliminar de tus creencias estos mitos:
“Es para personas de la mediana edad”: No todos los ciclos se cuentan en años, los más importantes empiezan con un objetivo y terminan en un aprendizaje.
«Hay que empezar desde cero»: Cero es nada. Un proceso de reinvención empieza desde tu historia, tu experiencia, tus seños y eso es muy contrario a nada.
“Ayuda a recuperarse de una ruptura amorosa o de un despido laboral”: La reinvención es la segunda parte de la recuperación, lo principal es atraer de nuevo el amor propio y la confianza.
“Hay que olvidarse de todo lo aprendido”: Reinventar es tomar lo que ya se tiene y darle un nuevo uso, y desaprender lo que ya no presta un servicio.
“Se debe seguir las tendencias”: Tu mejor versión busca priorizar tus valores y tu identidad sacando esa oveja negra que hay en ti para diferenciarte del montón.
“Primero hay que cambiar físicamente”: Ninguna transformación duradera ocurre de afuera hacia dentro. Lo que permanece, se crea desde el corazón.
Reinventarse profesionalmente implica perder y desaprender.
Llegar a la mediana edad, el despido laboral, una ruptura sentimental y problemas de salud son algunos de los detonantes para tomar una decisión radical, en donde debe decidirse si nos enterramos en la tragedia o nos sembramos para el futuro.
Sembrarse es renunciar a los paradigmas inoficiosos, a los malos hábitos y a reacciones que ya no construyen crecimiento, para luego apostar por nuestros talentos en un nuevo terreno.
Esa apuesta es más bien un salto de fe, porque la mezcla de tener que perder y desaprender lo que nos ha llevado al estado de inacción es paradójicamente un riesgo en el que puede temblar la estabilidad actual, esa que nos estanca pero que al mismo tiempo nos da la seguridad de tener con que pagar la hipoteca.
Primeros pasos de la reinvención profesional:
Se empieza con querer y se termina con hacer cambiando el pensar... Así que reflexiona en esto:
No eres un número
Elimina el paradigma de que la edad es un obstáculo de crecimiento donde la oportunidad escasea.
Conócete
Tu autoconoci-miento es el mapa que te lleva a descubrir nuevas rutas de acción.
Riesgo
La cantidad de acción que estamos dispuestos a invertir sin garantía de éxito.
Hábitos y bienestar
Cultivar un sistema de hábitos que albergue cualquier meta en el presente y futuro sin sacrificar salud.
Legado
Construir las bases para las historias que queremos compartir en la vejez, fruto de un propósito vivido con batallas ganadas y aprendidas.
¿Cómo me reinvento?
El proceso de reinvención que uso con mis clientes consta de tres etapas: Inventario de talentos + Proyección de escenarios + Plan de acción. Cada etapa se desarrolla como sigue:
1. Inventario de talentos:
- Listar los talentos de tu perfil profesional.
- Seleccionar los talentos que han generado resultados sobresalientes a lo largo de tu carrera profesional.
- Elegir uno o dos talentos que debas actualizar y fortalecer, apuntando siempre a ser una persona especialista en ellos.
2. Proyección de escenarios:
- Definir el tipo de reinvención: ascenso laboral, cambio de empresa, transición hacia otra industria, materializar una idea de negocio, etc.
- Establecer el margen de crecimiento: Hasta dónde se quiere llegar y su costo de oportunidad. Sí, que el límite es el cielo, pero es necesario el realismo y la meta clara.
- Finanzas: Cuánto se va a invertir (entrenamiento profesional) y cuánto se aspira a ganar (aumento de salario, ingresos por venta, etc.).
3. Plan de acción: Define y escribe lo siguiente en una cartulina o una pizarra y mantenlo siempre a tu vista:
- Un cronograma de actividades.
- Definir recursos necesarios.
- Horas al día que se emplearán para el cambio.
- Dónde se realizaran las actividades.
- Cómo va a medirse el avance.
- Cuándo se espera lograr la meta.
Reinventarse es romper el molde en el que ya no cabes para crear uno exclusivo para ti.
Errores comunes del proceso de reivención
Yo misma he cometido errores en mi proceso de reconstrucción, y me alegro de haberme equivocado garrafalmente, porque esos tropiezos (en los que otros me vieron caer y yo aprendí a reírme conmigo misma) me quitaron de encima las últimas creencias inútiles sobre los nuevos comienzos. Veamos más caídas:
Someter a consulta popular la decisión de reinventarse:
Está bien buscar apoyo en las opiniones de los demás, pero recuerda que este cambio trascendental en tu vida te afectará directamente a ti. Confía en tu instinto, también conocido como tu experiencia.
Sobreinformarse:
Esa tentación de recopilar muchísima información para tener de donde elegir complicará las cosas. Selecciona los temas que te ayudarán a construir a corto plazo, que mientras avanzas, irá llegando la demás información que necesites. Estás intentando recuperar simplicidad y no regresar a la complejidad innecesaria de antes.
Compararse:
Conocerás a otras personas que inician o te adelantan en el camino del redescubrimiento. No prestes demasiada atención a su avance, tus circunstancias y las de ellos son muy diferentes… Y podrías remplazar la comparación por inspiración.
Buscar perfección:
Si te centras en lograr una reinvención perfecta, la meta será corta e insatisfactoria. Si te centras en descubrir para mejorar y convertirlo en un proceso, reinventarte será tu estilo de vida.
Alianza para la reinvención
Resurgir de las cenizas como la famosa ave es muy poético, y de la poesía a la acción se transita por el camino de la determinación, con ganas o sin ellas. Si te acompaña la iniciativa, quiero decirte que confío en que lo harás muy bien por el solo hecho de querer intentarlo.
Si has intentado reinventarte muchas veces o te abruma la idea de perder estabilidad entre otros temores y fantasmas, te recuerdo que pedir ayuda es de personas valientes, y es justamente ese coraje el que te separa de caer nuevamente en situación de estancamiento. Quien pide ayuda llega más lejos.
Como coach, me especializo en ser aliada en procesos de transformación. Estoy aquí, con herramientas, técnicas y mucha iniciativa para acompañarte a volar… No como el ave Fénix, sino como tu versión mejorada y libre.
Gracias por leer y hasta la próxima vaina.
Tu coach, Sandra.
“La vida es un constante proceso, una continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer”.
—Hermann Keyserling, filósofo.