El autoconocimiento suena bonito, ¿no?
Muy “zen”, muy de gente que se toma un vinito mientras hace journaling con velas aromáticas.
Pero la verdad es que no conocerte te está saliendo carísimo.
Yo lo viví en carne propia: decía que todo iba bien, mientras me tragaba mi estancamiento cada mañana.
Tomaba decisiones profesionales sin revisar si me representaban… Y las del corazón, mejor ni te las cuento.

Dejaba que la rutina hablara por mí… y lo hacía en un idioma que no entendía.
Cuando no sabes quién eres, vives a ciegas
Y en lo oscuro, una se tropieza.
Con lo mismo.
Con el mismo tipo.
Con todos.
Con una misma.
Yo fui esa mujer que funcionaba bien por fuera, con nominación a mejor actriz, pero por dentro se preguntaba: ¿Por qué vuelvo a estar en esta situación si ya “lo había trabajado” antes?
Un ejemplo clásico de hacerse la misma pregunta …incorrecta.
Me estaba mintiendo con disfraces de éxito.
Modo supervivencia full activado… Como muchas de mis clientas cuando llegan por primera vez a sesión.
¿Quieres prosperar? Empieza por ti
Durante años, creí que cambiar de ciudad, de empresa, de cargo… era avanzar.
Pero no hay mentalidad de logro sin identidad clara.
Y entonces ÉL apareció en mi búsqueda: El Eneagrama de la personalidad.
El campeón de todas las herramientas de autoconocimiento… Una máquina de respuestas casi exactas para todo. Sí, todo.
Descubrirme fue entonces decirme con firmeza y cero dulzura: “Hasta aquí llegó la versión confundida de mí.”

Y empezó otra historia, una más honesta. Una con mi nombre y apellido.
¿Y qué pasa cuando te conoces con el Eneagrama?
Después de un viaje interior bastante intenso e incómodo, debo advertir, descubres estas pepitas de oro:
🔹 El origen de tus monstruos bajo la cama.
🔹 Tus bloqueos mentales y películas de Hollywood.
🔹 Lo que te impulsa de verdad pero descuidas.
🔹 Los talentos que ya no te son útiles y los que debes potenciar.
Cuando me di permiso de conocerme, cambié la forma en que trabajaba, me relacionaba y descansaba.
Todo lo que enseño hoy en mis sesiones nace de ahí: de haberlo vivido primero.
El autoconocimiento es la raíz
Después del autoCONOCIMIENTO brotan los otros “autos” que forman parte de mi metodología, porque sí, esto tiene un sistema claro:
- autoCUIDADO: porque aprendí que no podía seguir atendiendo a todo el mundo si yo era la última en mi propia lista.
- autoVALORACIÓN: porque empecé a reconocer mis talentos sin esperar que otros los validaran primero.
- autoLIDERAZGO: porque dejé de seguir caminos prestados y empecé a tomar decisiones propias, aunque dieran miedo.
Estos autos hicieron algo en mí que nunca esperé: Mi imagen de «puedo con todo»… colapsó. Para suerte mía.
Te podría interesar: Haz gratis el test de Eneagrama y empieza a desbloquearte.
¿Te incomoda lo que estás leyendo?
Perfecto.
Cuando me empezó a incomodar mi vida, entendí que no estaba loca ni sola. Estaba lista.
Lista para dejar de esforzarme tanto para ganarme una estabilidad que estanca.
Porque…

La única que podía salvarme era yo.
Si te estás diciendo: “Necesito saber por qué soy así”…
El Eneagrama es un espejo.
Y el coaching, la estrategia.
Por eso creé una sesión muy especial donde pongo todo lo que me sirvió, al servicio de quien está lista para verse sin filtros… y avanzar sin más excusas.
Te presento mi S.E.C.: Sesión Eneagrama + Coaching.
Es el espacio donde vas a dejar de mentirte.
Donde vas a tener claridad, dirección y, sí, una sacudida amorosa.
Te lo digo porque he estado ahí.
Y porque no tienes que hacerlo sola.
Agenda tu sesión gratuita para que evaluemos cómo puedo ayudarte: Agendar.
Nota: Si no estás dispuesta a romperte para crear un nuevo comienzo, esto no es para ti.
Autoconocerte no te cambia la vida. Te cambia a ti.
Y tú, cuando te reconoces, cambias todo lo que tocas.
Gracias por leer, te espero en mi agenda.
Hasta la próxima, tu coach,
Sandra.




